07 abril 2011

CINE POLICIACO AMERICANO 80s

Hace algún tiempo hicimos una relación de películas que realmente nos gusta: la de policíacos de los 70. Dado que al parecer nos supo a poco, hemos querido rescatar el tema para hacer una relación similar, pero de los años 80.

Sin embargo y a pesar de que prácticamente es imposible trazar líneas claras entre décadas y que estas son simplemente unas referencias, tan válidas como otras cualquiera, lo cierto es que los policíacos de los años 80 poco o nada tienen que ver con los que mencionamos en el post anterior. Los 80 dieron la bienvenida a otro tipo de personajes y mensajes, aunque con ciertos elementos comunes: la heterodoxia de sus personajes, el desprecio a la ley que dicen defender, los métodos personales pero no “institucionales”, el papel fundamental que juega la venganza, el desencanto personal, el desorden vital o el rechazo que inspiran ante la opinión pública y el “establishment”, son algunos de los elementos que más bien heredan de un cine, el de los 70, que visto desde la perspectiva actual (pero estamos seguros, no se apreció con la misma rotundidad en su momento), se nos antoja fundamental.

Pero el mundo había cambiado una enormidad en esos años y el cine, como siempre, recogía esta realidad y nos lo devolvía empaquetada en nuevos personajes, tramas y mensajes –más o menos sutiles, pero principalmente esto último-; aparece el humor, sin duda un poco primario, pero desconocido en los 70, aparece el fenómeno de las parejas de policías (o más unidas que hermanos o las que se forman a regañadientes para acabar siendo inseparables) y por último, aparece el músculo, el palmito, la chulería un tasto chusquera (ni asomo de la “chulería-Bogart” por supuesto), a través de unos actores que nada tienen que ver con los de la década precedente: Mel Gibson, Bruce Willis, Arnold Swarzeneger o Eddie Murphy en muy poco se parecen a Clint Eastwood, Al Pacino o Gene Hackman (por mencionar sólo algunos).

Además, ya hemos dicho que el mundo había cambiado y este cine mostro, algunas veces de forma inconsciente, seguro, pero otras muchas de forma idelógicamente militante el espíritu de la era de Reagan, de Tatcher y los albores de la Guerra Fría. Un mundo orgullosamente violento (visto lo visto, no más que el de otras épocas), machista y arrogante, que sin embargo, no parecía tomarse demasiado en serio las cosas. Un modo narcisista y egocentrista de entender el mundo y un American way of life que sin duda no dejaba de asustar. Lo peor –“temible maquinaria holliwoodiense…”- es que todo esto se hiciera con productos de consumo para masas en las que se convirtieron algunas de estas películas:

1. A LA CAZA. 1980. William Friedkin. Hay que fijarse bien en la fecha de producción para entender porque esta película es claramente una transición entre las 2 décadas, ya que se encuentra más cercana en textura, trama, estilo e intención a los 70 que a los 80. Desdice prácticamente todo lo dicho anteriormente sobre los policíacos de esta última década y reafirma lo escrito sobre los 70: un Pacino que nada tiene que ver con los actores que dominarán la pantalla en los años futuros, interpreta a un policía independiente y obsesivo que se hace pasar por gay en los ambientes más turbios y marginales para perseguir a un asesino, acabando por marginar su propia vida sin un objetivo personal demasiado claro. Un film setentero, pesimista, oscuro y sórdido.

2. LÍMITE 48 HORAS. 1982. Walter Hill. Estamos ya en plena efervescencia del policíaco de los 80. Sin duda, no es la mejor película y tampoco es la más famosa, pero es el primer precedente claro de lo que estaba a punto de llegar: una pareja (en este caso no los dos son policías) incompatible, uno rudo y tosco, el otro extrovertido y graciosillo. El éxito se basa en la relación y compenetración de los actores en la pantalla, un guión cargado de violencia, mal lenguaje y chistes de todo tipo. Se había puesto la semilla y además, Eddie Murphy se preparaba para el gran salto. Muy entretenida.

3. SUPERDETECTIVE EN HOLLYWOOD. 1984. Martin Brest. Estamos ante uno de los hitos de la década, un éxito rotundo basado en gran parte en el humor y en el acción, que en ningún moemnto olvida algunos de las características básicas del policíaco de los 80: un personaje socarrón, chulesco y “fuera de la ley” que dice defender, por su puesto en nombre de la venganza. Esta película casi le debe todo a Eddi Murphy, un actor que llegó a cargar realmente pronto pero que encadenó varios éxitos que le convirtieron en una mega estrella. No es una gran película, pero es imprescindible.


4. ÚNICO TESTIGO. 1985. Peter Weir. Esto ya son palabras mayores. Una obra maestra sin paliativos en la línea más clásica del policíaco tradicional. El personaje de Harrison Ford, en la cima de su carrera, no deja de tener ciertos paralelismos con los de los rudos protagonistas de esta lista de películas a la mayor gloria de la masculinidad; sin embargo, el choque cultural –el hilo conductor principal de la película- con los Amish hacen aflorar en él sentimientos y actitudes que desconocía. Una gloriosa Kelly McGillis es en gran parte responsable de este descubrimiento. Finalmente, sería imperdonable no destacar la impresionante escena de la construcción del granero donde el policía se convierte en carpintero (Harrison Ford se ganaba la vida así antes de ser Han Solo). Pero hay muchas más.


5. VIVIR Y MORIR EN LOS ÁNGELES. 1985. William Friedkin. Sin duda no es el mejor policíaco de William Friedkin (en este sentido, si has dirigido French Connection, lo tienes muy difícil), ni la mejor película de la lista, pero personalmente me parece buenísima y es en cierta forma un film de culto. Además, es absolutamente fruto de su época: el vestuario, la música, la escenografía, todo es enormemente representtivo de los 80. Posee aspectos comunes con otras películas del director, el carácter obsesivo de su protagonista por ejemplo, y también con los otros policíacos aquí comentados por los elementos ya conocidos, pero es ciertamente original, el elenco de actores es perfecto y posee una de las mejores persecuciones de coches que se han rodado (aquí Friedkin ha sido un maestro). Magnífica. Me he permitido poner los casi 10 minutos de la impresionante escena de la persecución:



6. ARMA LETAL. 1987. Richard Donner. Junto a Superdetective en Hollywood y otra película que comentaremos seguidamente, Arma Letal conforma el triunvirato de máximas triunfadoras y representantes de este cine. Otro mega éxito que ha generado una franquicia de cuatro películas y reportó fama definitiva y lluvia de millones a su controvertido actor protagonista, mezcla las características conocidas (su protagonista es el más macho –y machista- de todos, el más violento y el más desenfrenado) con el hecho de que posiblemente este completamente loco –la película juega acertadamente (hay que reconocerlo), con que esta posibilidad le convierte en un personaje más atractivo-. Sin duda debe tratarse de una película de cabecera para los miembros de “la asociación del rifle”, pero también hay que reconocer que es muy entretenida, aunque un poco excesiva.


7. LA SOMBRA DEL TESTIGO. 1987. Ridley Scott. El director británico firmaría un año más tarde otro policíaco que encaja mejor con los 80, Black Rain, con una escenografía y puesta en escena muy buena y con unos protagonistas más arquetípicos (más tipo Arma Letal, para entendernos). Sin embargo, esta película aunque más modesta, es mucho mejor. Recoge algunos de las máximas del cine clásico: el del buen policía que pone en jaque su carrera y su vida por una atractiva mujer. Es una gran película de una excelente factura visual.


8. ARDE MISSISSIPPI. 1988. Alan Parker. Es éste uno de los directores más cargantes y pretenciosos de aquella época, que además tuvo la suerte de encontrar en el tono un tanto “kitsch” de los años 80, un escenario idóneo para desarrollar sus historias (Fama, Birdy, The Wall, etc.). Sin embargo, Arde Mississippi es otra historia y probablemente su mejor película. Lo cierto, es que personalmente me encanta, entre otras cosas (la historia sin duda es muy atractiva), por la maravilla de actores que la protagonizan. Ya he expresado más de una vez que Gene Hackman es uno de los más grandes, pero además en esta ocasión su contrapunto en la pantalla es el siempre impactante Willem Dafoe. Forman una pareja de policías (en realidad del FBI) irreconciliable: Hackman representa los experiencia y al mismo tiempo la heterodoxia en los métodos (su escena del “interrogatorio” en la barbería es genial), la eficacia por encima de todo y la ambivalencia: en más de una ocasión durante la película parece estar más de parte de los delincuentes ideológicamente que de la ley a la que representa, sin que esto le reste ni un mínimo de eficacia en la defensa de ésta; Defoe, sin embargo, representa el idealismo, las formas, las reglas y las cosas bien hechas, pero en una interpretación ideológicamente debatible, sin embargo es también la cara del fracaso y la impotencia. Un peliculón.

9. LA JUNGLA DE CRISTAL. 1988 John McTiernan. Estamos ante la última representante del triunvirato que hemos comentado. La Jungla de cristal de Bruce Willis cierra el círculo que inició Superdetective y continuó Arma Letal. En mi opinión, es la mejor de las tres porque cuenta con una baza fundamental, la originalidad de su planteamiento (por supuesto, no por lo de los terroristas y el superpolicía que va a acabar con ellos) y la actuación de Bruce Willis; no es tan cachondete como Eddie Murphy pero es sin duda más simpático y menos cargante; no es tan machote como Mel Gibson, pero solo porque no está rematadamente loco y esto le hace más atractivo. Además, la acción y el suspense funciona a la perfección; no obstante, la idea ha dado para 4 películas (en esto empata con Arma Letal).



10. COLORS. 1988. Dennis Hopper. Una auténtica película de policías, de los de coche patrulla y uniforme oficial, aunque en ocasiones parezca más interesada en las bandas callejeras (realmente este aspecto la hace más realista en el contexto de su época, que prácticamente todas las películas comentadas en esta lista). No obstante, guarda algunos paralelismos con casi todas en algunos aspectos que parecen inevitables: el policía veterano, sensato y experimentado frente al joven impetuoso, idealista y expuesto. Dennis Hooper nunca se mostró muy interesado por la dirección (aunque suya era el clásico Easy Rider), pero aquí realmente hizo el trabajo de un experto, sobre todo en la dirección de actores. En este sentido, trabajar con una mito viviente como Robert Duvall por un lado, y Sean Penn por otro, no deja de ser una ayuda impagable (aunque bien es cierto que no eran pocos los ciegos que aún no reconocían el talento, ahora indiscutible, del joven Penn). Quizás está un poco pasada de moda, pero siempre será agradable revisitarla.


Sin duda hay más, pero esta es mi lista.

4 comentarios :

Muy buen post amigo, como siempre, me ha encantado la comparación que has hecho entre las pelis de los 70 y la de los 80. La recopilación perfectamente representativa, algunas mejor que otras pero desde luego marcaron una época. Para mí la mejor Único Testigo, aunque tengo mis dudas de si la incluiría dentro de películas políacas. Incluyo alguna más, K-9, con otra pareja de policías: James Berushi y un pastor alemán. Pego un salto de década y hago mención a COP LAND, immpresionante reparto e impresionante peli de polis y pego otro salto a las series para mencionar en esa década a Luz de Luna y Remington Steele, creo que también dignas de mención

Muchas gracias! Es cierto que Único Testigo es seguramente la mejor película de esta lista, pero también que es el policíaco más diferente y por lo tanto, más inclasificable. Sin embargo, no es el único, y podíamos haber sido más valientes, ¿no es Terciopelo Acul de polis? pues sí, pero... Este fin de semana, por ejemplo en la TV han echado un peliculón de polis 100%: Distrito Apache El Bronx, del gran Paul Newman, que ahora me arrepiento en cierta forma de no haber metido por coincidencia con A la Caza... y es que es también muy "setentona".
Y por último, como siempre estás muy hábil al hablar de series, no podemos olvidar... "Canción Triste De Hill Street" y su "tengan cuidado ahí fuera"...

Que bueno, es verdad, el comandante Furillo?. Ahora que lo pienso, Luz de Luna y Remington Steele eran series más de detectives que de policías, bueno habrá que hacer otro post de detectives. Colombo era un detective o un poli?

En realidad lo que era Luz de Luna es una maravilla. Cuando escribía sobre Jungla de Cristal no dejaba de pensar en luz de Luna y que Bruce Willis le debía todo a esta serie donde realmente estaba genial; además, yo de chaval estaba loco con Cybill Shepherd (en realidad creo que se odiaban a muerte los dos, aunque en la pantalla realmente daban el pego como pareja entre el odio y el amor...)

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